Se puede definir como la ausencia de caries, enfermedad periodontal, de pérdida de dientes, de dolor orofacial, de cáncer de boca o de garganta, infecciones bucodentales, de aftas bucales o de otras enfermedades o trastornos que limiten el paciente la capacidad de morder, masticar, sonreír o hablar, al tiempo que también afectan en su bienestar psicosocial. Todo esto es fundamental para obtener una buena salud general y una buena calidad de vida. (OMS 2012).